Recopilamos las diferentes críticas para la película El Tirabeque de Darío Autrán.
Autrán y su pasión por el cine
Denle a Darío Autrán un presupuesto digno y nos dará una buena película. Lo suyo es pasión por el cine, mucha. Ya con su anterior El cuarto de mona (2021), demostraba inventiva y capacidad para filmar con un puñado de euros y no poca implicación de muchos profesionales, en particular delante de la cámara. La historia del cine va sobrada de gente audaz e ilusionada que, demostradas sus capacidades, acaban forjando credenciales propias. No te acercas a ver El tirabeque a sabiendas de que verás una frikada, porque ya desde las primeras escenas intuyes que el autor (lo es también del guion, además de protagonista) conoce las claves del lenguaje, sabe colocar la cámara Y controla los rudimentos audiovisuales. Tendrá complicado repetir tomas, porque los días de grabación son limitados, sus actores deberán atender compromisos profesionales más rentables… En fin, que su pasta es limitada, pero Darío Autrán aspira a comedias personales porque así lo sueña y ese entusiasmo queda patente en sus películas con inequívoco aire de amateurismo.
La trama coquetea con la comedia disparatada: unas pizcas de surrealismo autóctono, no pocos diálogos chisposos y tres o cuatro set pieces en los que confirma sus destrezas narrativas, al tiempo que construye personajes redondeados. Es el caso de Matute que viste un alucinado Manquiña, ese señor que califica al tirabeque como sonrisa verde y además de confesarse longevo y poseído por una de esas plantas, que además le habla… Cierto que la informalidad se palpa desde el propio título, que no llama a engaño y es un desbarre que en su tercio final acaba en despiporre, secta tirabeque por medio. La complicidad de un puñado de actores y actrices gallegos (Sabela Hermida, Isabel Blanco, Celso Bugallo, Deborah Vukusic, Melania Cruz y muchos más), confirma la capacidad de seducción de un cineasta que en cuanto dispone de forrollo, por poco que sea —aquí fue fundamental el apoyo de la Diputación de Ourense y la ciudad como plató—, se lanza a filmar. No entrará en los anales, pero consolida oficio y trabaja credenciales. Al tiempo.
El tirabeque, redención periodística
ALBERTO ÚBEDA | AISGE
Gustó durante su presentación en el reciente Festival de Ourense (OUFF) esta comedia estrambótica y surrealista del pontevedrés Darío Autrán, el tercer filme de su prometedora carrera. Escrita y protagonizada por Autrán, El tirabeque la produce Abismo Caracol con el patrocinio de la Deputación de Ourense y la colaboración de Citybluefilms. En su reparto destacan los nombres de Manuel Manquiña, Sabela Hermida, Celso Bugallo o Lidia Veiga.
Sebastián Delgado, más conocido como Sebas, intenta no ser despedido como periodista en el diario El Habitante. Busca también arreglar su matrimonio y superar sus problemas con el alcohol para que su vida no se derrumbe. Como última oportunidad laboral, le encargan escribir sobre los tirabeques (variedad del guisante). Lo que parecía un trabajo tranquilo se convertirá en una investigación de consecuencias impredecibles.
Tenemos en El tirabeque al popular actor vigués Manuel Manquiña, que encarna a Matute, hombre solitario con una relación cercana y extraña con los tirabeques. “Le hablan, pero solo si no hay gente”, dice Manquiña. Es conocido por largometrajes como Airbag (Juanma Bajo Ulloa), El robo más grande jamás contado (Daniel Monzón) o Dos mejor que una (José Enrique Pintor), así como por las series Antes de perder y Operación Marea Negra.
Otro personaje estrafalario de El tirabeque es el que interpreta Sabela Hermida, en la piel de Conchita, la friki de la redacción. Hemos visto a esta actriz en las series Efectos secundarios, Escoba! y Casa Manola. Por su parte, Déborah Vukusic da vida a Marina, la sufrida esposa del díscolo Sebas. Recordamos a Vukusic en el filme La playa de los ahogados (Gerardo Herrero) y las series Luci, Serramoura, El final del camino y Auga seca.
En el elenco aparece también Lidia Veiga (en las series Método criminal y A lei de Santos) como Tilda, que es cocinera y amante ocasional de Sebas). Marta Bódalo (en la película La voz dormida y la serie Las chicas del cable) es la secretaria del periódico. Al director de este le pone cara Josito Porto (en televisión con Vivir sin permiso y Señoras del (h)AMPA). Destacan las colaboraciones especiales de Isabel Blanco (en la cinta de Óscar Aibar El sustituto) y Celso Bugallo. La primera hace de Maite, madre de Tilda/Lidia Veiga. Interpretando al padre de Maite/Isabel Blanco encontramos a Celso Bugallo, Goya al mejor actor de reparto por Mar adentro (Alejandro Amenábar) y con destacadas actuaciones en La isla de las mentiras (Paula Cons), El buen patrón (Fernando León de Aranoa) y la serie Fariña.
Humor disparatado
“La disparatada El tirabeque conmueve por las pequeñas miserias y alegrías de los protagonistas”, afirma Darío Autrán. Antes dirigió los largometrajes Tilda&Jean y El cuarto de Mona. “Mi intención es ofrecer comedia para un público intergeneracional que acuda al cine con ganas de reírse”, expone Autrán, quien tiene en su haber los cortos Nidos de luz, Efectos de mayo o Lecciones de la niebla.
Piensa el director, guionista y actor de El tirabeque que “un personaje como Sebas, incapaz ya de caer más bajo entre deudas y sus problemas con el alcohol, es el idóneo para tirar de una trama absurda sobre las propiedades del tirabeque. Pero, mientras investiga con total falta de interés, sorprendentemente tendrá ocasión de reencontrarse consigo mismo”.
La bella ciudad de Ourense y sus idílicos alrededores son el marco perfecto para seguir a un protagonista al que Darío Autrán interpreta con oficio y convicción. Este personaje vivirá la aventura de su vida entre personajes en los que la cordura no es su punto fuerte. Nos congratulamos de ver en pantalla al siempre excelente Manuel Manquiña, a la desaforada Sabela Hermida y la verdad que siempre consigue transmitir Celso Bugallo.
El tirabeque
PABLO VÁZQUEZ | FOTOGRAMAS
En palabras del crítico Pablo Vázquez de Fotogramas la película “El Tirabeque” de Darío Autrán se acerca al cine de principios de los ochenta dirigido por Trueba y Colomo, pero con un toque inconfundiblemente gallego. También posee el punto justo entre realidad, absurdo y fantasía que tenía la excelente “El pepinillo” de Paul Mazursky. Protagoniza el propio Autrán y repiten varios de sus habituales, como Sabela Hermida o Melania Cruz, junto a gigantes como Manuel Manquiña, Kike Biguri o Celso Bugallo. Comedia de numerosas capas y trepidante desarrollo, recorrida por una feliz y ácida anarquía.